22 de marzo de 2011

El albarrán

En los años cincuenta, Valtiendas perdió la oportunidad y el derecho de estar comunicada con Madrid y Peñafiel. Claro, que quienes estuviesen en el tema no tenían ni idea de que muy pronto la mayoría de los valtiendanos y valtiendanas nos íbamos a ir a Madrid a buscar trabajo y que tendríamos que ir al empalme de Fuentesoto a coger el albarrán, con la maleta, andando o con el burro, o en el carro y más tarde en el coche de algún familiar.

Algunos tardaron muchos años en volver, otros lo hacíamos a menudo. Con el tiempo se empezaron a comprar coches y ya no hacía tanta falta el albarrán.

Pero ahora nos vamos haciendo mayores y puede ocurrir que sea más cómodo y seguro el coche de línea, el albarrán, también es una buena opción para ir a Peñafiel a hacer la compra u otras gestiones.

Así que es una buenísima noticia que el albarrán pase por Valtiendas. El día veintidós de marzo que es San Bienvenido Obispo según el santoral, debe ser un día señalado para todos nosotros.

Si yo estuviera en Madrid, esta mañana habría ido a la estación de Méndez Álvaro a coger el albarrán, junto a Miguel, Mercedes, Carlos, Pepe, Marcela y demás pasajeros.

Con un bocadillo de jamón para comerlo al pasar por Buitrago. No habría parado de hablar durante el viaje, por ejemplo del primer viaje que hice a Madrid con la prima Bea, fue después de las vendimias gracias al dinero que ganamos vendimiando para el tio Modesto.

A todos los que hayáis ido hoy a Valtiendas en el coche de línea y a los que salgáis a verlos llegar, ¡felicidades!, a mí me reserváis un asiento.

Pero mejor, ¡espere señor conductor! ¡no arranque que estoy llegando!


Escrito en Palma a, veintidós de marzo de dos mil once, Concha