24 de octubre de 2013

EL ARROYO, LAS FUENTES Y SU CAUCE SEGUNDA PARTE


Corre el agua por el Arroyo pero, ¿dónde nace?.
El manantial de Fuenteantón está seco según la versión de la gente, así que decido verlo con mis propios ojos y propongo a Eusebio junto con Miguel ir a la Rituerta hasta Fuenteantón.
Dispuestos para la excursión partimos los tres desde el Pilón, Eusebio propone que en lugar de ir por arriba hacía la huerta de la Matilde vayamos por el pueblo hasta la última casa, así lo hacemos y en ese punto tomamos la sendera que nos lleva a nuestro destino. Como es la misma por donde va la red del agua a la fuente del pilón matamos dos pájaros de un tiro.

Valtiendas, arco iris sobre el Pico de la Muela
Vamos por la Senda bordeando la ladera del Pico de la Muela, el terreno es blanquecino, pobre, duro, inalterable y con escasa vegetación. La Sendera está bien conservada aunque en su margen derecha, hacía el arroyo, sí crecen hierbas, incluso arbustos, con raíces que pueden perjudicar la cañería.
La Sendera nos va indicando por donde viene el agua con registros cada cierto tramo, estos registros están bien identificados con la tapa de hierro fundido, hasta que llegamos al último o mejor dicho el primero, levantamos la tapa y vemos dos tubos, uno suelta el agua y el otro la recoge y lleva el agua hasta la fuente de los caños, siempre subterráneo. El nacimiento debe estar muy cerca, al lado hay un depósito de cemento casi a ras del suelo, lo tenía yo en mi retina de cuando era pequeña, Eusebio dice que ya no funciona.

Así que ya hemos visto el recorrido del agua, nos falta ver dónde pusieron nuestros antepasados el primer tubo de cobre allá por el año mil novecientos según consta en el inscripción que figura en la fuente. De antes no sé si habrá constancia en alguna parte. Estos años los hombres de la obreriza, que os menciono a menudo, han ido reparando cañerías o adaptando otras nuevas a las antiguas, de ahí que haya menos fugas y llegue mas agua a los caños.
Bueno, ahora nos toca centrarnos en llegar al sitio donde manaba Fuenteantón, se termina la Sendera y tenemos que ir sorteando la vegetación incontrolada que lo cubre todo, llegamos a un punto que parece el sitio del manantial porque hay un espacio llano donde nos sentábamos de niñas cuando íbamos de excursión con la merienda, pero sin  certeza, eso sí, sin una gota de agua.
El agua que corre este año por el Arroyo mana de más abajo pero es imposible seguir adelante, está el cauce hasta el puentón que parece una selva. Así que hacemos el camino de regreso bordeando la ladera del Somo sin sendera y como podemos hasta llegar a la carretera.
El agua de Fuenteantón la canalizaron hasta el deposito redondo que hay en el camino de entrada a la Rituerta como hicieron con la Fuente del Burro, fue un gran avance aunque con poca infraestructura. En verano había veces que no salía agua por el grifo de la cocina, porque el año había sido seco o porque se rompían las tuberías. Años más tarde hicieron un pozo allí mismo donde la Fuenteantón y los motores suben el agua cruzando la ladera del Pico de la Muela hasta el depósito que está en el llano y suministra agua a todo el pueblo. Aunque a mi entender habría sido bonito recuperar la Fuenteantón.
Antes de cerrar me dicen que ya no corre el agua por el arroyo, me quedo con la imagen de este verano.

Pasado al ordenador desde Palma a veinte de octubre de dos mil trece. 

13 de octubre de 2013

El arroyo, las fuentes y su cauce

En primavera tenía yo ganas de venir a Valtiendas por varios motivos, uno que añoraba y que daba por perdido es que iba a ver correr el agua por el arroyo.
Primero estaba el arroyo por donde corría el agua, después se asentaron los primeros pobladores, el arroyo era y es de Valtiendas y su nacimiento la Fuente de Fuenteantón en el lugar de la Retuerta o Rituerta. No lo he visto documentado pero pudo ser así .

Me habéis oído muchas veces decir que el arroyo era fundamental para los habitantes del pueblo, cubría  las necesidades de los vecinos, ahora sería impensable que se repitieran aquellas tareas que se desarrollaban entorno al arroyo. Si estáis interesadas poco a poco os las iré contando hasta donde llegue mi memoria.
El cauce del arroyo es casi plano hasta los huertos y va deslizándose recibiendo el agua de los caños a los pies del Puente. Más abajo recibe el agua de la Fuente de los Cien Caños y pocos metros más abajo se le une el agua de la fuente del Piojo o del Aniano. Ésta recuperada porque la canalización de los desagües se ha alargado unos metros con la aportación del Ayuntamiento y la Asociación Cultural, en cuanto al dinero, y la mano de obra de unos valtiendanos amantes del pueblo. Al final también recoge el agua de la Fuente Corneja.

Tiene el arroyo poco recorrido, va desapareciendo el agua debido a la maleza, las raíces de la vigas, zarzas etc. que hay en el cauce y obstruyen el curso normal de agua. El cauce del arroyo ya no es llano como antes cuando era prado y había pastos para el ganado, ahora está hondo e intransitable. La Fuente Rodrigo, que también daba agua al arroyo o iba por una regadera bordeando la carretera, lleva muchos años que no mana, aunque no manaba de continuo, dependía de como fuera el año. Actualmente esta ahogada de tierra y de enormes raíces de vigas. En fín, la imagen lúdica del prado, con violetas, caracolas, ganado pastando..., ha pasado a la historia.
Y sí, corre el agua por el arroyo! sentarme en los poyos del puente y ver el agua ha sido gratificante.
Desde Valtiendas a veintiseis de Septiembre del año dos mil trece.

8 de junio de 2013

una mañana de domingo

Hoy es domingo y ha amanecido un día espléndido, son las nueve de la mañana y el mar está tranquilo, se ven algunas barcas cerca del embarcadero otras mas lejanas. 
Los aviones que salen del aeropuerto llevando a su destino a los turistas que han venido a pasar unos días a Mallorca, cada minuto sale uno, lo estoy controlando, no se cuánto tiempo durará este ritmo.
Los pájaros a los que hoy sí se les oye trinar - cada uno en su propio gorjeo- con el silencio no interrumpido por el bullicio de los niños en el patio. 
La arboleda que en este tiempo está llena de vida, tan verde que parece principio de la primavera. Se ven pocos coches por la carretera, es domingo y aún temprano para salir de casa, veo a gente paseando con su perro, unos lo llevan atado y los más los dejan sueltos que para eso hay grandes espacios sin urbanizar. También gente corriendo y algún que otro ciclista.
 
Hoy no es día de gaviotas, alguna planea  entre las palomas, quizá presumiendo de que el vuelo lo hacen mas bonito y más largo que las palomas, que pasan en bandadas buscando donde aposentar sus patas, y que no saben nada de fines de semana, para ellas todo los días son iguales.
Deseo que os sirva para recordar estas imágenes que vosotras tenéis en vuestra retina y los que no las tengan puedan imaginárselas.
Escrito en Palma a dos de junio del año dos mil trece.

12 de mayo de 2013

Con flores a la Virgen

Mes de mayo, mes de María, mes de las flores. 
En el mes de mayo a la salida de la escuela las niñas íbamos a la parte de los huertos a coger flores para hacer un ramo a la Virgen, cada una hacíamos el nuestro. 
Cortábamos ramitas de los árboles que crecían por toda la zona, también en la ladera que se halla entre la carretera y los huertos, eran olmos que ya no existen porque la enfermedad - grafiosis- los extinguió. 
Para hacer el ramo además de las ramitas de los olmos empleábamos la hierbabuena, el toronjil, las hojas de romana, los lirios, claveles, alguna rosa y las flores silvestres que en el mes de mayo ya empezaban a florecer por la orilla del arroyo y por la ladera ya mencionada.
Entre tanta variedad podíamos elegir para que el ramo nos quedara precioso, siempre con predominio del color verde.

El señor cura decía el rosario y la novena, que no eran nueve días sino  treinta y uno. Los vecinos, mayormente las mujeres, acudían al rosario al toque de las campanas. Las niñas participábamos con entusiasmo y alegría en el evento. Al final de la novena nos poníamos en fila con nuestro ramo y se lo ofrecíamos a la Virgen de la Asunción que preside el Altar Mayor y por tanto la Iglesia.
Cada día una de nosotras recitaba un verso a la Virgen, había días en que el verso lo recitaban dos niñas porque así lo requería el texto. Versos que habíamos aprendido en la escuela tras mucho tiempo y con gran esfuerzo por nuestra parte y con la paciencia infinita de doña Gregoria.
Al final todos los allí reunidos cantábamos la canción de: Venid y vamos todos con flores a María / con flores a María que madre nuestra es/.   
Un trocito más de la historia  en Valtiendas vivida y recordada por Concha.

En Palma de Mallorca a once de mayo de dos mil trece.

2 de marzo de 2013

Caminos con nombre propio

Cuándo éramos niños sabíamos que al comenzar la primavera, los domingo por la mañana, los hombres iban de obreriza para arreglar los caminos de este llano y extenso término que es Valtiendas.
Los caminos estaban hechos un desastre, con baches y roderones que las ruedas de los carros habían ido haciendo a lo largo del año. Ya os he contado otras veces que todo se transportaba con el carro; los cereales, los cestos con la uva, la leña del pinar y las mostelas, el abono, las personas, en fin, todo todito todo.
Todo este ir y venir, unido a las lluvias y heladas del invierno, hacía que los caminos quedasen intransitables.

Por eso el Señor Alcalde anunciaba a los vecinos, por la vía del bando municipal, que el alguacil se encargaba de difundir por todo el pueblo - primero el toque de corneta o trompeta para a continuación  dar el bando - "por orden del Señor Alcalde se hace saber a todos los vecinos, que mañana a la salida del sol se presenten en la plaza para ir de obreriza."

Después, con la llegada de la segadora tirada por los machos, los tractores y más tarde la última tecnología en maquinaria agrícola, la gente y los carros fueron desplazados.

También llegó la parcelación, las tierras estaban dispersas y al agruparlas se benefició todo el pueblo - en vez de tener unas áreas en un lado y otras en otro - el tenerlas todas juntas facilita la labor aún hoy en día.
Se hicieron caminos rurales, anchos y rectos, la modernización de las tareas del campo determinó la desaparición de caminos y de sendas; el camino de los blancares, el de los sondones, el de la carriruela y alguno más, la senda de los huevos, la del cerral, etc., éstas estaban más cerca del pueblo.
Otros caminos están en un estado deplorable, el que va al coto de San Bernardo, el que va a la granja de abajo, en este último, después de sortear todos los obstáculos que hay, te encuentras con una valla que impide continuar, cuántas veces de chiquilla iba yo a la granja a algún recado que me mandaba la abuela - allí  vivía una familia amiga de los abuelos- y qué bonito era el paisaje. La abuela nació en la granja e hizo el camino durante años, hasta que se casó con el abuelo.

Esto es una muestra de cómo fue transformándose la esencia del pueblo y la fisonomía del campo.

Escrito a bolígrafo en Palma a veintisiete de febrero de dos mil trece,

Concha     

24 de enero de 2013

Los Reyes Magos

Llevo tiempo queriendo recordar cómo eran los días previos al día de Reyes cuándo era niña y no hay manera, claro que de aquello hace sesenta años.
Me pregunto si escribiríamos la carta a los Reyes Magos en la escuela, que debía ser el sitio más adecuado, si sería doña Gregoria quien nos redactaba la carta, pero cómo iba a adivinar ella lo que yo quería que me trajesen los Reyes, si no lo sabría ni yo.
A ver qué juguete les pedía si no conocía ninguno que costase dinero, si acaso una muñeca de trapo como la que tenía mi amiga María Jesús. Y dónde se echaba la carta, si el buzón de correos estaba en la pared del Ayuntamiento y no llegaba a la ranura, además, qué dirección tenían los Reyes y cómo iban a saber llegar a Valtiendas y subir la cuesta hasta nuestra casa.
Aunque esto lo digo por decir algo porque ya he dicho que no me acuerdo .

Que existían los Reyes Magos y sus Pajes sí que los sabía porque doña Ina ponía un belén en su casa y los niños íbamos a verlo. El Belén era precioso y además del Niño, María, San José, la mula, el buey, los pastores y demás figuras, estaban los Reyes Melchor, Gaspar y Baltasar y sus Pajes que venían de Oriente.
Lo que sí tengo presente es que el día de Reyes, en cuanto nos levantábamos los tíos y yo, íbamos corriendo a mirar a la ventana de la habitación de abajo a ver si los Reyes nos habían dejado algo y oh sorpresa! habían dejado a cada uno una caja de cartón, redonda,muy bonita con una anguila de mazapán dentro.
Aquel momento era emocionante, sentía una alegría grande, no se cuántos años siguieron dejando los Reyes la caja con la anguila de mazapán en la ventana. Esos momentos sí que los rememoro cada año la mañana del seis de enero, este año lo he revivido, no es igual, ni el lugar es el mismo, ni la infancia ni aquellos Reyes tan abnegados y cercanos, pero lo han intentado.
Paseando por Madrid ví en un comercio cajas de mazapán y se la pedí a los Reyes, sorpresa! me la echaron, me hizo mucha ilusión sosegada. La caja es bonita, de metal, redonda y con la anguila de mazapán dentro, con muchos muchos confites. La anguila de mi infancia era más sobria.


El día siete de enero empecé a escribir este recuerdo y presente, por si merece la pena.

 En Palma a veintitrés de enero de dos mil trece.