13 de junio de 2012

El juego de la comba


Cuando éramos niñas los juegos que estaban de moda pero que venían de muy atrás eran al aire libre, jugábamos en la plaza que era el centro del pueblo, allí estaba, en un mismo edificio, el Ayuntamiento y la escuela de los niños, la casa del señor Cura, el pilón y  más cerca la iglesia y la escuela de las niñas - creo que esta descripción ya la he hecho en anterior ocasión.
La plaza era multi funcional, como estaba el suelo de tierra las caídas si las había eran menos peligrosas, pero las polvaredas originadas por algunos juegos eran grandes, uno de ellos era el juego de la comba -saltar una cuerda en movimiento- jugábamos a la comba en distintas formas.  

POR DEBAJO DE LOS PIES. La cuerda iba y venía de derecha a izquierda a ras del suelo, al ritmo que marcaban las dos niñas que agarraban las cuerda de los extremos, nos poníamos en fila e íbamos saltando, la que perdía comba pasaba a dar.
Al tiempo que saltábamos todas cantábamos canciones como:
a las olas solitarias pasó un barco por la mar
con el ruido de las olas se sentía balancear,
balance aquí , balance allá,
caballito blanco reblanco dime la verdad,
soledad dime la verdad, prenda mía dime la verdad ven acá,
y vuelta a empezar!
A LO ALTO SOBRE LA CABEZA, había que saltar cuando pasaba la cuerda por debajo pero llegaba de lo alto, de arriba a abajo y de abajo a arriba, era más complicado y tenías que entrar cuando salía la que iba delante de ti, si no, perdías comba.
La canción podía ser:
al cocherito leré, me dijo anoche leré
que si quería leré montar en coche leré,
y yo le dije leré con gran salero leré
no quiero coche leré que me mareo leré
quiero tartana leré que me divierto leré.    
SALTAR INDIVIDUALMENTE, tú te dabas y saltabas al ritmo que querías o podías, sólo necesitabas un atillo que era la medida de tu cuerpo
LOS DUBLES, según la tía Marcela las niñas que iban de Madrid llevaron a Valtiendas una moda nueva, los dubles, para saltar sí que había que tener destreza, si las niñas que agarraban la cuerda daban deprisa aquello era de vértigo.
Lo cuento en pasado porque las niñas que jugábamos en la plaza ahora sólo podemos recordarlo. Con el paso del tiempo una piensa que era un ejercicio físico de altura.
La frase "perder comba debe venir de ahí".

desde Palma a doce de junio de 2012

2 comentarios:

Elena Martín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Elena Martín dijo...

"... y saltabas al ritmo que querías o podías"

casi como la vida misma :)

te quiero!