Gracias Félix por la imagen. |
Además, queríamos ver el pueblo
cubierto de nieve; los tejados blancos con las chimeneas echando humo,
blanco el corral de la señora Justa, blanca la leña del bardal del señor
Alfonso, el pajar del Sacristán tapado por la nieve como la ladera de
las bodegas y la casa de Tío Revilla en mitad de la ladera con las
mejores vistas parecía haber cambiado el color rosa por el blanco.
La
ladera del pico de la muela llena de nieve lo mismo que los almendros
que la poblaban, esperando que llegara la primavera para florecer de
nuevo. La nieve era y sigue siendo beneficiosa para el campo según
oíamos decir a nuestros mayores. La carretera hasta la plaza todavía sin
pisadas ni roderas, los tejados de la iglesia, la torre, el campanario, la
veleta, cada alero, todo el conjunto resaltaba más que de ordinario. Así
es como lo percibía yo, un acontecimiento espectacular por mor de la
naturaleza.
Los hombres tenían el cometido, cada uno desde la puerta de su casa, de ir abriendo con una pala la senda
hasta la puerta siguiente, así se hacía el corredor hasta unirse todas
las sendas. Tenían que llegar; a la fuente del pilón para coger agua, a
las tres tiendas de abasto, a las dos panaderías y a la plaza por si
iba la señora Bea a vender pescado desde Aranda. A nosotros nos gustaba
que nevara porque nuestro padre se quedaba en casa y hacía los recados,
iba a por la hogaza de pan al cocedero de la Leo del señor Anselmo, ponía
la lumbre y salía a la portada a por la leña. Por la tarde leía el
Quijote o nos contaba cosas que le habían ocurrido al amor del brasero.
Hoy
27 de enero es un buen día para haceros llegar estos recuerdos, ademas
el calendario dice algo que le viene al pelo. "Quien no se alimenta de
sus sueños, envejece pronto" William Shakespeare.Palma año 2015,
Concha